La cuarta victoria del gladiador grecorromano Daniel Grégorich sobre el venezolano Luis Avendaño le dio el oro al titular de los Juegos Santiago 23 en el Campeonato Panamericano de Luchas que se efectúa Acapulco, México.
El triunfo, en los 87 kg, le concede al cubano el derecho a participar en el Preolímpico, la próxima semana, en el mismo escenario, y buscar su clasificación a París-24. El cubano derrotó a Avendaño por 5-1 en la cita chilena del pasado año, en combate revancha del revés sufrido en la final de Lima 2019, cuando terminó en bronce.
Hijo del barrio La Güinera, en el municipio capitalino de Arroyo Naranjo, Grégorich no consiguió su boleto olímpico en el Mundial de Belgado, porque «perdí en mi primera salida al colchón y se me escapó la posibilidad, que pienso obtenerla aquí en Acapulco», le dijo a Granma.
«Padecí la Covid-19 en varias oportunidades y hoy soy hipertenso, pero con mucho sacrificio y, gracias al colectivo de médicos y entrenadores, me he recuperado para sentirme en un buen momento al lograr el primer oro de la delegación en este Panamericano».
–¿Cómo te preparaste para venir a México?
–Desde inicios de enero sostuve una gira que comencé por Noruega, luego fuimos al Ranking Serie, en Croacia, donde hicimos también una buena base de entrenamiento junto a otros compañeros de equipo y terminamos en Bulgaria, un país al cual le estoy muy agradecido.
–El Preolímpico será más difícil…
–Para llegar al oro en el Panamericano solo vencí en dos peleas. El Preolímpico es justamente es la competencia que vinimos a ganar, donde subirá el nivel por la clase de los rivales, quienes vendrán con ganas de lograr su sueño olímpico.
–¿Qué me dices de tu familia?
–La lucha, día a día, fue convirtiéndose en mi vida, hasta entrar en la preselección nacional en el 2015. Desde el inicio mi familia ha sido el sostén, con su apoyo emocional y económico, sin ellos no hubiera podido ser deportista de alto rendimiento. En el 2022 nació mi hijo Mateo, un regalo de mi esposa, lo más valioso que puede poseer un hombre.