Se cumple un lustro, en estos propios días, de la aparición de esta columna. Dedicada al teatro desde la crítica, tuvo varios antecedentes históricos en el propio periódico, a cargo de distintos autores. Hasta yo mismo colaboré de manera esporádica en el pasado reciente, gracias al inolvidable titular de aquella época, Amado del Pino.
En los últimos años la hemos defendido desde ambos lados, el de la escritura y el de la edición, hasta otorgarle sistematicidad, aunque no siempre, por diversas causas, logramos hacerlo con la frecuencia quincenal establecida. Su permanencia le debe mucho al compromiso y la dedicación de la periodista y responsable de cultura, Madeleine Sautié, a quien mucho agradezco.
Son solo cinco años y, sin embargo, parece otro tiempo aquel febrero de 2019. Lo era. No habían llegado las perversas medidas de Trump contra Cuba ni, algo más tarde, la COVID-19. Después, cual movimientos de las placas tectónicas, guerras, desequilibrios y agravadas injusticias de todo tipo. Un desesperante estado del mundo con la sumatoria de nuestros problemas. Lo padecemos. Pareciera que no voy a escribir de teatro y no es así, pero no puedo hablar de algo sin la base en ese contexto.
Por ello, al revisar en línea cada una de las entregas, de modo cronológico, aprecio el registro, nunca de forma totalizadora pero sí amplio, de estos últimos tiempos tan singulares, signados por la pandemia, para mí un fenómeno mucho más abarcador que el epidemiológico. Cuando en periodos de 2020 y 2021 aquella impidió la vida social, la columna se refugió en la memoria sobre hechos y personalidades de las artes escénicas, con la obligatoriedad de un curso de obituarios que fue dictado por el fallecimiento de destacadas figuras del teatro, nacionales e internacionales.
Además de esos vigentes diálogos con el pasado, Cenital ha perseguido el reflejo del presente, sin duda afectado por la conjunción de circunstancias tan difíciles antes mencionadas. No obstante, aquí aparecen muchos estrenos, publicaciones, temporadas y eventos de distintas tipologías del último quinquenio, así como discusiones de ideas y políticas, parte del itinerario vivo de nuestro teatro. Las reúno todas, al cierre de este lapso temporal, en el cuaderno Cenital (Volumen I/2019-2024), que asumirá la laboriosa casa pinareña Ediciones Loynaz.
Como género periodístico, más allá de lo imperativo por el reducido espacio en la galera, he defendido aquí la reseña crítica. Ella inclina a señalar lo esencial en estrecho vínculo con el punto de vista, todo de forma muy sintética. Así como un imán que apresa todo de manera súbita.
Aunque de larga existencia en la prensa y en la vida literaria, la reseña se aviene aún más a la actualidad, pues la velocidad de la vida ha impuesto los textos breves. Ojalá haya resultado de utilidad, entonces y ahora, como migas en el camino para ayudar a desandar nuestros pasos, y jamás olvidar, a lo largo de esta difícil época. Sirva, solo en parte, como resumen de noticias