Un equipo internacional de científicos, liderados por el Instituto de Investigaciones del Desierto, en Reno, EE. UU., encontró evidencias de que la minería empezó a influir en gran escala en el medioambiente, mucho antes de que tuviera lugar la Revolución Industrial. Según los resultados de un estudio publicado en la revista académica Science of The Total Environment, los expertos analizaron varios núcleos de hielo polar perenne de la Antártida, y hallaron que el plomo y otros metales pesados tóxicos, relacionados con actividades mineras, contaminaron extensas regiones del hemisferio sur en épocas tan lejanas como el siglo XIII. De acuerdo con lo planteado por los autores principales de la investigación, constituyó un descubrimiento sorprendente obtener pruebas de que las primeras culturas andinas, hace 8 000 años, y más tarde la minería y la metalúrgica practicada en los territorios bajo el control del colonialismo español, causaron una contaminación por plomo detectable a 9 000 kilómetros de distancia, en la Antártida. El equipo descubrió que el primer aumento de agentes contaminantes por metales pesados (concretamente, el plomo) comenzó en torno al año 1200, coincidiendo con el establecimiento de comunidades urbanas por parte del pueblo Chimú, en la costa norte de Sudamérica.

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La Empresa Combiomed Tecnología Médica Digital, perteneciente al Grupo Empresarial BioCubaFarma, ha centrado su labor en el desarrollo de productos médicos vinculados fundamentalmente al diagnóstico y la rehabilitación cardiovascular, la monitorización de pacientes y el soporte de vida, la estimulación eléctrica y la rehabilitación física, el diagnóstico de enfermedades respiratorias crónicas y la atención primaria de salud. Dentro del programa de diagnóstico y rehabilitación cardiovascular, se destacan las ocho generaciones de electrocardiógrafos para pruebas de reposo, desde el primer modelo CARDIOCID-PC en 1985, hasta la familia de electrocardiógrafos CARDIOCID T50/S100/D200aA, introducidos en los últimos tres lustros. Particular mención merece el electrocardiógrafo CARDIOCID BB, con más de 3 000 unidades introducidas en el Sistema Nacional de Salud, desde 2001, modelo que permitió revitalizar en nuestro país los servicios de cardiología. Durante el enfrentamiento a la COVID-19, Combiomed aportó a las unidades de cuidados intensivos más de 500 monitores de paciente Doctus VIII, además de desfibriladores Cardiodef 2 y oxímetros de pulso de los modelos OXY FT y OXY AE.

Por federico

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