Por mucha resistencia que ofrecieron los rivales, Las Tunas en semifinales y Artemisa en el playoff por el oro, ganó la liga invernal el mejor equipo desde el inicio del torneo: Matanzas.

Anoche, ante otra concurrencia que colmó el Victoria de Girón, no se dejaron intimidar por las flechas endemoniadas de los Cazadores y aguantaron el marcador en la primera mitad para soltarse a batear luego con esos robustos maderos que no han tenido piedad con nadie y firmaron el éxito por 12-5.

Denis Laza sacudió jonrón en la primera entrada con dos en base, pero un error de Dayán García en el cierre de ese mismo inning presagiaba lo que sucedió después.

Ante un elenco armado de artillería pesada, siete errores son un suicidio. De las 12 veces que los Cocodrilos completaron vueltas al circuito cuatro fueron inmerecidas.

Y si la defensa no aguantó, la salida temprano del abridor Raymond Figueredo por molestias en el brazo golpeado el miércoles de la semana pasada en esta misma plaza, puso cuesta arriba el juego para los muchachos de Yulieski González.

Tampoco fue una apertura feliz para Renner Rivero, pero entre Noelvis Entenza y Frank Luis Medina contuvieron a una ofensiva con más ganas que potencial para producir carreras en este sexto duelo, disminuidos por las lesiones de Frederich Cepeda y Luis González.

Cuando Yordanis Samón sonó su quinto jonrón de la postemporada para igualar con Yurisbel Gracial y puso encima a los suyos por primera vez en el choque, solo se consumó lo que presagiaba la noche.

Después fue otro juego: un monólogo ofensivo de Matanzas, que incluyó bambinazo de Ariel Sánchez y la ampliación inmisericorde del marcador, mientras la defensa siguió pifiando y en las gradas todo era gozo.

Además de sus 19 palos de vuelta entera en la postemporada, Matanzas dispuso de la combinación Arruebarrena-Manduley, protagonista de jugadas electrizantes, auténticas obras de arte, que minimizaron el impacto de los errores cometidos por sus compañeros al campo.

Con el título de Matanzas los lanzadores granmenses Yoel Mogena y César García se convirtieron en bicampeones de la Liga Élite, mientras Manduley ratificó sus buenas vibras como refuerzo: cuarto oro que gana en esa condición, pues antes lo había logrado dos veces con los Alazanes y una con Villa Clara.

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