CRUCES, Cienfuegos.-La tierra sigue siendo el elemento primordial, el escenario que no puede estar ausente en cualquier análisis que aborde la posibilidad del crecimiento de Cuba.
Eso explica que en la tarde de este viernes la visita del Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, a la provincia de Cienfuegos, haya comenzado por el central «Ciudad Caracas», ubicado en el municipio Lajas y que ya está moliendo, activado en su función de ser el que más azúcar debe tributar al territorio de la Perla del Sur.
El otro punto al cual llegó el Jefe de Estado -acompañado del miembro del Buró Político y Secretario de Organización del Comité Central del Partido Comunista, Roberto Morales Ojeda, así como de autoridades locales- fue la finca «La Caraña», que abarca terrenos empinados, los cuales eran espacios llenos de marabú y hoy ostentan la belleza de cultivos diversos.
«Aquí hay comida sembrada…», expresó admirado el dignatario, quien quiso saber cómo fue que los productores pudieron aprovechar el terreno irregular. «Con paciencia…», respondió un campesino que señalaba desde una de las cimas hasta la cual llegó el mandatario, cómo se darán varios tipos de granos, además de malanga, papa, y plátano.
«Se ha trabajado duro aquí», valoró el Jefe de Estado, quien comentó que a donde quiera que vaya la vista podrá divisarse algún cultivo, justamente en el mismo lugar donde antes no había más que malezas.
Análisis sobre lo que más inquieta a Cruces
Como ya ha sucedido en otros municipios, la sede del Partido Comunista en Cruces fue escenario de una reflexión colectiva en torno a las prioridades que se ha planteado la dirección del país en los órdenes económico, político y social, para que el país avance.
Entre otros análisis, se sumaron ideas sobre lo que debe ser la militancia en la Cuba de hoy.
Hacia el final del encuentro, el miembro del Buró Político, Roberto Morales Ojeda, explicó que con este tipo de visitas «nos hemos propuesto una mayor vinculación con los territorios, pero ya a nivel de municipio».
El dirigente partidista comentó que estas visitas también son para ayudar; se convierten en una manera de enseñar, de facilitar, a partir de la experiencia que puedan tener los actuales dirigentes del territorio, el desempeño de otros muchos artífices de la sociedad deseada.
Morales Ojeda destacó que «se ha trabajado intensamente en la provincia», y que tal esfuerzo se nota en el mejoramiento de la calidad de vida de la población cienfueguera, «lo cual no niega que tengamos muchas insatisfacciones».
Cuando hablamos de aseguramiento político-ideológico -reflexionó el Secretario de Organización del Comité Central del Partido Comunista- eso incluye garantizar que las cosas se hagan y se hagan bien, lo cual requiere de exigencia y disciplina.
Para lograr éxito en todo lo proyectado, dijo Morales Ojeda, resulta imprescindible fortalecer el funcionamiento interno del Partido, para que la organización política irradie su influencia más allá de sus filas.
El dirigente partidista habló de saltar por encima del bloqueo, y de convertir las excepciones en regla.
Por su parte el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista hizo mención de cuatro prioridades que han sido definidas por la dirección del país para el trabajo con el cual mejorar la sociedad cubana: fortalecer la unidad del pueblo en torno al Partido; perfeccionar la labor ideológica; asegurar políticamente las medidas económicas aprobadas en la Asamblea Nacional del Poder Popular; y garantizar la discusión sistemática para erradicar las tendencias negativas.
En cuanto a la unidad tan necesaria, Díaz-Canel recordó las palabras pronunciadas recientemente por el General de Ejército, Raúl Castro Ruz, en el aniversario 65 de la Revolución cubana, y su concepto de que la unidad es un arma estratégica.
Para seguir profundizando en esa unidad -razonó el mandatario- hay que lograr la participación popular en todos los procesos: “Cada vez que proyectemos algo en el trabajo ideológico, tenemos que pensar la labor del Partido de manera tal que demos siempre espacio a la reflexión popular”, y hacerlo debatiendo, criticando, y también proponiendo soluciones.
Si somos capaces de construir consensos, entonces hay que participar también implementando ideas, y garantizar que haya control popular para buscar calidad en todo cuando se haga. Así enfatizó el Jefe de Estado, quien compartió su seguridad de que, si todos trabajamos unidos, indudablemente “entre todos tendremos aportes para el mejoramiento, para el crecimiento económico, para el desarrollo”.
En lo alusivo a la labor ideológica, y ante la estrategia del enemigo para desacreditar la Obra de la Revolución cubana, ante el hecho de que hay una intoxicación en las redes sociales para distorsionar la realidad del país caribeño, el mandatario denunció que ese ataque responde a un proceso de colonización cultural.
Y en otro orden de ideas Díaz-Canel Bermúdez abogó -como ha dicho el General de Ejército Raúl Castro Ruz- por trabajar con transparencia y espíritu crítico, ajenos al autoritarismo, a las imposiciones, y hacerlo con modestia, con apego a la verdad y desde el compromiso.
El Jefe de Estado recordó el llamado hecho por el líder de la Revolución, para no solo resistir, sino para ir más allá de esa voluntad a través de la creación y del combate. El Presidente cubano hizo referencia al concepto, siempre mencionado y explicado por él, de la resistencia creativa.
La confianza expresada por el compañero Raúl en su discurso, a propósito del desempeño de decenas de miles de dirigentes en la base, fue otra idea a la cual hizo referencia el Presidente cubano, quien reconoció que “tenemos muchas insatisfacciones, y ese tiene que ser el análisis”; pero también, dijo, hay que preguntarse qué hubiera pasado en cada provincia si no se hubiera hecho todo lo que se hizo durante la COVID-19; si nuestros dirigentes no hubieran trabajado en las comunidades aisladas; si no hubieran tenido protagonismo cuando se produjeron los constantes apagones…
Ese reconocimiento, viniendo de Raúl, es garantía de continuidad, y es un reconocimiento que enaltece, afirmó Díaz-Canel Bermúdez, quien también fue enfático en que las dificultades podrán ser vencidas, “porque en este pueblo sobran la dignidad, la inteligencia, y la voluntad”.
En lo referente a las buenas experiencias vistas en estas horas de visita a los municipios, el mandatario resaltó que hay “colectivos que hacen las cosas distinto”, y que ahí están las personas que inspiran. “Sí podemos”, dijo, convencido de que lo importante es contagiar a muchos otros con el entusiasmo que ostentan aquellos que más inspiran.
En cuanto a las medidas recientemente anunciadas por la dirección del país, el dignatario denunció que el enemigo ha puesto en marcha una estrategia mediática para desacreditar a la Revolución cubana: Están diciendo -expresó- que las medidas han creado desamparo, desaliento; dicen que es un paquete de medidas neoliberales. Ahí hay mucha falsedad.
No hay desespero, no es una barrida, para cada medida se está analizando quién quedaría en mayores condiciones de vulnerabilidad. ¿Eso es neoliberal? Así lo planteó el Presidente en la reunión, y además afirmó que «poco a poco vamos a ir resolviendo un grupo de desigualdades sociales que se nos fueron creando, pero para eso hay que tener una economía fuerte», porque la gran obra social es sostenida por el presupuesto del Estado.
El mandatario hizo una enumeración de los principales factores convergentes, y negativos, por los cuales Cuba tiene hoy desafíos que deben ser resueltos: habló del recrudecimiento del bloqueo, de la crisis multidimensional que sufre el mundo, de los estragos dejados por la COVID-19, porque todos juntos «han provocado que se manifiesten en nuestra sociedad un grupo de tendencias negativas».
Y en ese grupo de tendencias negativas hizo referencia, entre otras, a las indisciplinas, a la falta de sensibilidad de algunos funcionarios, a problemas en la política de cuadros, a conductas inadecuadas, a deformaciones en los procesos de educación, a bajos niveles de producción nacional… Todas esas deformaciones, enunció el mandatario, se irán rectificando con la guía de los principios fidelistas, y en consonancia con el hecho de que la Revolución se distingue por saber rectificar sus errores.
Cuando el encuentro llegó a su fin y el mandatario salió a la calle, le esperaba el pueblo. A quienes saludaron al mandatario, Díaz-Canel les comentó: «Estamos convencidos de que este año vamos a salir adelante, y vamos a cambiar esta situación que hemos sentido con mucho rigor”, como resultado del recrudecimiento del bloqueo en los últimos tres o cuatro años.
«Yo sé que en la opinión de la población -dijo- hay mucha preocupación con las medidas, también porque ha existido una campaña difamatoria de las medidas para crear confusión y desaliento por parte del enemigo, sobre todo en las redes sociales. Están diciendo que las medidas son un paquetazo, y eso es una mentira: no son un paquetazo neoliberal».
El Jefe de Estado comentó que «en un país neoliberal, cuando se aplican medidas económicas, estas se aplican de golpe; ni se explican; y es el sálvese quien pueda; y eso no es lo que estamos haciendo».
«Hemos dicho que para cada medida va a haber un análisis, para cada medida habrá una aplicación cuando estén las condiciones creadas, y para cada medida las personas que tienen alguna vulnerabilidad serán protegidas, y habrá el tratamiento diferenciado».
¿Eso se hace en un país neoliberal?, preguntó el mandatario, quien además recordó que lo de Cuba nada tiene que ver con políticas neoliberales: “Lo nuestro, enfatizó, es conversando con la gente, viendo sus inquietudes, explicando e implementando para no afectar”.