Artemisa, 28 jul (ACN) La minindustria Santa Teresa, de la Cooperativa de Créditos y Servicios (CCS) Antero Regalado, en la capital de Artemisa, inició sus operaciones esta semana, y suman dos los centros del sistema de la agricultura abiertos en el año que tributan a la soberanía alimentaria local.
Osmany Cordero Alfonso, presidente de la CCS, explicó a la Agencia Cubana de Noticias que la minindustria tiene capacidad para procesar media tonelada de productos del campo por hora y no solo beneficia a la entidad, sino también a las cooperativas del municipio.
Sobre esto último destacó que el mango que procesan estos días fue cosechado en tierras de la CCS Sierra Maestra.
Añadió que la Santa Teresa está en condiciones de producir mermeladas, dulces y otros alimentos, lo cual ha sido posible por el empeño de sus trabajadores, quienes levantaron la fábrica en instalaciones casi en ruinas.
El pasado 24 de julio, Gladys Martínez Verdecia, integrante del Buró Político del Comité Central de Partido Comunista de Cuba y primera secretaria del Comité Provincial de esa organización en Artemisa, visitó el centro y compartió con los trabajadores.
Martínez Verdecia, acompañada por las principales autoridades del municipio, insistió en que no basta con comenzar a producir, el reto está en sostener la industria y hacerlo con la calidad requerida.
La CCS Antero Regalado cuenta con la minindustria Yhanes, puesta en marcha en 2022, dedicada la elaboración de pulpas, mermeladas, jugos y barras de guayaba que comercializa en varios espacios de la demarcación.
En abril de este año fue inaugurada la minindustria Villa Roja, ubicada en la comunidad artemiseña de Badón (en la ciudad capital), con una capacidad de procesamiento de una tonelada por hora.
Su materialización fue posible gracias a la colaboración entre el Ministerio de la Agricultura, el Proyecto de Apoyo al Fortalecimiento de la Cadena de Frutales a Nivel Local (Agrofrutales), del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo en Cuba, con el soporte del gobierno de Canadá.
John Geoffrey Gartshore, embajador de Canadá en Cuba, refirió en la ocasión que la Villa Roja satisface una necesidad del municipio, evita la pérdida frutas y de esta manera la producción se queda en las comunidades.