Articular el sistema de instituciones en función de que el arte llegue a un público cada vez más amplio, y hacerlo situando en el centro de los esfuerzos la figura del artista –cuya obra es lo que finalmente quedará en el imaginario cubano– fueron pautas subrayadas en el balance del trabajo, en 2023, del Consejo Nacional de las Artes Plásticas (CNAP).
Promover las artes visuales y la conservación del patrimonio, y contribuir al cumplimiento de la política cultural, con independencia de las condiciones adversas, fueron líneas sobre las que actuó el Consejo en el periodo, cuando se organizaron más de 380 exposiciones, puesto que la programación fue una de las prioridades.
Asimismo –trascendió– se enfocaron en la atención a las provincias (hubo varias muestras itinerantes) y a los proyectos internacionales; en la participación y debate en las organizaciones que agrupan a los artistas; y en estrechar los vínculos con estos últimos y con la Facultad de Artes y Letras de la Universidad de La Habana, la Universidad de Las Artes y la Academia de Bellas Artes San Alejandro.
En la reunión de trabajo, a la que asistió el titular de Cultura, Alpidio Alonso, se dijo que este es un país «rarísimo», en el que surgen nuevos y buenos artistas todos los días, que siguen creando obstinadamente, a pesar de las limitaciones. Y se llamó a proteger esa singular forma en que se expresa parte del espíritu nacional.
A propósito, al exponer los aspectos negativos recogidos en el informe, Daneisy García Roque, presidenta del CNAP, mencionó las carencias de materiales, instrumentos y herramientas para el desarrollo del arte y su comercialización dentro y fuera de Cuba; y también que se encuentra pendiente una estrategia institucional eficiente, de conjunto con el sistema empresarial, para potenciar la exportación del arte cubano. Se necesita también un Museo de Arte Contemporáneo o de otras alternativas para la exposición de estas piezas.
Sobre ese acápite, se afirmó que es imprescindible una estrategia de comunicación única de todos los centros relacionados con las artes plásticas, así como mecanismos que aseguren la responsabilidad de los inversionistas en la adquisición y conservación de obras.
Además, se sugirió ayudar a los artistas a pensar cómo generar ingresos en el nuevo escenario económico del país, sin separarse de su labor creativa, y que se unan en iniciativas como los barrios talleres.
Otros temas reiterados fueron la atención diferenciada a los jóvenes y a la educación artística –la específica y la de la enseñanza general–; la búsqueda de nuevos segmentos de público; y el estímulo a la crítica, aspecto este último en el que sobresale la creación del espacio Entre Nos, en la sede del CNAP, con el concurso de críticos, especialistas y curadores.
Entre las proyecciones para el año en curso están sistematizar los encuentros con artistas de la vanguardia y los estudiantes en formación a todos los niveles; y fortalecer el funcionamiento de la Comisión contra el racismo y la discriminación racial, a través de acciones concretas desde la programación. Eventos como la 15 Bienal de La Habana y la 1ra. Bienal de Humor Político marcarán 2024.